La vacuna contra la malaria tiene un éxito sorprendente

En la imagen: Los trabajadores comunitarios de la salud distribuyen medicamentos destinados a prevenir la malaria estacional en Burkina Faso. Un reciente ensayo clínico exitoso ha generado esperanzas de una vacuna contra la enfermedad.

LYMPIA DE MAISMONT / AFP A TRAVÉS DE GETTY IMAGES

 

Después de décadas de resultados decepcionantes, los hallazgos recientes han reavivado las esperanzas de una vacuna eficaz contra la malaria, que mata a unas 400.000 personas cada año, la mayoría niños. Se descubrió que una vacuna experimental que se dirige a la forma más peligrosa del parásito de la malaria tiene una eficacia del 74% al 77% después de 1 año en niños de África occidental.

 

Los resultados provienen de una pequeña prueba de una vacuna desarrollada por investigadores del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford que involucró a 450 niños pequeños en Burkina Faso, donde la malaria es endémica.

 

“La eficacia que tenemos nunca la ha obtenido ninguna vacuna [contra la malaria] candidata. Estos son hallazgos realmente asombrosos ”, dice Halidou Tinto, parasitólogo del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud en Nanoro, Burkina Faso, e investigador principal en el lugar del estudio. Sus hallazgos están en prensa en The Lancet y se publicaron el 20 de abril en su servidor de preimpresión.

 

Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Paludismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que no participó en el trabajo, lo califica como "una noticia muy positiva". Pero agrega: “Este es un ensayo con 450 niños. … Todavía estamos bastante lejos de tener el tipo de información que nos permita emocionarnos mucho ”.

 

Los investigadores están planeando un ensayo fundamental de fase 3 que se lanzará a finales de este año, en el que se inscribirán 4.800 niños en Burkina Faso, Malí, Kenia y Tanzania. En el mejor de los casos, los datos de ese ensayo podrían enviarse a los reguladores a fines de 2022 para su aprobación a principios de 2023, dice Adrian Hill de Oxford, el investigador principal del ensayo. Espera que, si los resultados de la fase 3 lo respaldan, los reguladores emitirán autorizaciones de uso de emergencia como lo han hecho para las vacunas COVID-19.

 

Los niños del ensayo actual, de entre 5 y 17 meses, recibieron tres dosis de la vacuna a intervalos de 4 semanas y una dosis de refuerzo a los 12 meses. De los 146 niños que recibieron una vacuna que contenía una dosis alta de un compuesto estimulante del sistema inmunológico llamado adyuvante, 38 desarrollaron malaria, frente a 105 de 147 niños en un grupo de control que recibió la vacuna contra la rabia. (Ese protocolo aseguró que el grupo de control también recibiera valor por estar en el ensayo).

 

La eficacia del 77% contra la malaria se redujo al 74% en los niños que recibieron la vacuna contra la malaria con una dosis más baja de adyuvante. Los niveles de anticuerpos específicos contra la malaria de los niños disminuyeron durante 12 meses, pero la dosis de refuerzo los restauró.

 

La OMS ha pedido el desarrollo de vacunas capaces de reducir los casos de malaria en un 75% para 2030. Pero el complejo ciclo de vida del parásito de la malaria y las proteínas de superficie cambiantes han desafiado a los desarrolladores de vacunas. La eficacia más alta publicada anteriormente para una vacuna 1 año después de la dosificación fue del 56%, señala Hill. Eso fue para Mosquirix, fabricado por GlaxoSmithKline, que es estructuralmente similar a la vacuna Oxford y, al igual que la vacuna Oxford, también ataca al parásito inmediatamente después de la infección. Mosquirix se está desplegando con el apoyo de la OMS en áreas de Malawi, Kenia y Ghana. (A los 4 años, la eficacia de esa vacuna se redujo al 36%).

 

La vacuna Oxford, elaborada con levadura, consiste en una proteína de superficie de la hepatitis B combinada con un fragmento de una proteína que recubre la superficie del parásito de la malaria cuando invade por primera vez a su huésped humano. Las proteínas de la superficie de la hepatitis B se autoensamblan en una “partícula parecida a un virus” tachonada con las proteínas de la malaria.

 

El grupo de Oxford se ha asociado con el Serum Institute of India, que está fabricando vacunas para un ensayo de fase 3 planificado y se ha comprometido a producir 200 millones de dosis en los próximos años; Hill dice que esas dosis se pueden fabricar a bajo precio. “El precio [será] menor por dosis que nunca antes”, dice. El adyuvante, un compuesto vegetal purificado llamado saponina fabricado por Novavax, ya se está fabricando a escala como parte de la vacuna COVID-19 de esa compañía .

 

Otros advirtieron que quedan muchas incógnitas, y algunos señalaron lo que llamaron deficiencias en la preimpresión de Lancet . "¿Dónde está la biología?" preguntó Rhoel Dinglasan, quien estudia la malaria en el Instituto de Patógenos Emergentes de la Universidad de Florida. Está desarrollando una vacuna contra la malaria diferente, destinada a detener la transmisión del parásito de humanos a mosquitos. Aplaudió los resultados clínicos, pero quería ver, entre otras cosas, datos genómicos del parásito de la malaria que infectó a los niños vacunados.

 

Dinglasan dice que sin datos de secuencia, no está claro si la vacuna será efectiva contra todas las cepas de parásitos. La eficacia de la vacuna contra la malaria GlaxoSmithKline se redujo en un tercio, al 33,4%, cuando hubo un desajuste entre una parte clave de la proteína utilizada en la vacuna y la proteína correspondiente en el parásito, señala. Y una vacuna que no coincida podría impulsar la selección de parásitos resistentes a la vacuna, frustrando potencialmente la búsqueda de una vacuna altamente efectiva una vez más.

Publicación: 27/abril/2021

Fuente:
Revista científica digital Science

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