LO QUE HAY QUE SABER SOBRE DESHUMIDIFICADORES
Los deshumidificadores son aparatos especialmente concebidos para dar una solución inmediata, rápida y eficaz a todos los problemas originados por el exceso de humedad, sin necesidad de instalación en el caso de los pequeños equipos domésticos, y mínimos gastos de instalación y mantenimiento en los equipos industriales y de mayor capacidad del aire.
Aplicaciones y métodos para deshumidificar el aire
Las aplicaciones de los deshumidificadores son múltiples, tantas como las funciones que desempeñan. Capaces de sacar del aire todo el agua que sobra, almacenándola en un depósito (generalmente en los que se colocan en viviendas) o llevándola directamente a un desagüe, se han convertido en un aliado para las viviendas de las zonas más húmedas, que durante todo el año tienen un porcentaje de humedad por encima del recomendado.Y es que mantener un equilibrio entre la temperatura y la humedad existente en el ambiente es fundamental.
Sólo con estos aparatos se puede "preservar la salud, reducir los índices de contaminantes en la atmósfera, disminuir los valores alérgenos en recintos cerrados, proteger los bienes, mantener en buen estado los muebles, evitar la deshidratación, deterioro, enmohecimiento, mermas de peso y calidad en productos, entre otras muchas mas aplicaciones".
De ahí que cada vez se utilicen más en viviendas, oficinas, locales comerciales y de almacenamiento de materias como papel, tela, cuero, madera o de artículos y productos manufacturados. Lo mismo ocurre en los sectores industriales en los que hay determinados procesos de fabricación y almacenaje y donde se exige un control en el porcentaje de humedad. Es imprescindible su presencia en los museos, salas y galerías de arte, donde el exceso de humedad pueda dar lugar al deterioro de las obras de arte que albergan, así como en hospitales, piscinas cubiertas, balnearios, centros deportivos y todos aquellos espacios susceptibles de condensación.Por ello, para adaptarse a cada necesidad existen diversos métodos de deshumidificación, diferenciados por el sistema que utiliza para conseguir su propósito y que es recomendable y aplicable según las condiciones y necesidades que demande la aplicación. Los dos principales son:
Frigoríficos o de condensación: Usan un circuito convencional hermético de refrigeración. Es muy eficaz para extraer la humedad del aire, siempre que el aire de entrada tenga un punto de rocío superior de 12ºC. "Cuanto mayor sea, mejor".
Desecante o de adsorción: Estos deshumidificadores están especialmente indicados para conseguir y mantener niveles muy bajos de humedad a bajas temperatura (hasta -40ºC), o cuando se requiere mantener porcentajes muy bajos de humedad con independencia de la temperatura. Este método se utiliza en la mayoría de las industrias de la alimentación, químicas, plásticos, navales y farmacias, pistas de hielo, plantas depuradoras de agua y almacenes del ejército.Estos aparatos, capaces de lograr que el calor no sea tan pegajoso en verano, funcionan según el principio de la condensación. El aire húmedo es aspirado por el ventilador y se hace pasar a través de la batería del evaporador, donde se enfría por debajo de su temperatura de rocío. De esta forma, "la humedad contenida en el aire se condensa en forma de agua y es recogida en la bandeja de condensación de donde es evacuada a una tubería de desagüe". El aire frío y seco pasa a través de la batería condensadora donde es recalentado y enviado nuevamente al recinto.