LOS TERMÓMETROS INFRARROJOS
Los termómetros infrarrojos miden la temperatura utilizando la radiación emitida por los objetos.
También se les suele denominar termómetros láser si éste se utiliza para ayudar en la medición marcando con el láser el punto exacto donde se va a tomar la temperatura. También se les denomina termómetros sin contacto haciendo, referencia a la capacidad del dispositivo para medir la temperatura a distancia y sin necesidad de tocar el objeto físicamente. Al conocer la cantidad de energía infrarroja emitida por el objeto y su emisividad, la temperatura del objeto puede ser determinada.
Normalmente el aparato consta de una lente que permite captar la emisividad infrarroja del objeto. La lente capta la cantidad de energía infrarroja que emite el objeto y la pasa a un complejo sistema que traduce la energía captada en señal eléctrica, la cual se traduce numéricamente en temperatura en la pantalla del termómetro. Si el termómetro es de una mínima calidad, el aparato compensa con la temperatura ambiente la cantidad de energía infrarroja captada para evitar errores en las mediciones.
Ventajas: El sistema de la medición de temperatura utilizando termómetros infrarrojos es cada vez más utilizado, no sólo por su gran fiabilidad sino también por su rapidez (la temperatura se obtiene en segundos) y la gran facilidad de uso, ya que permite la medición de temperatura a distancia e incluso a muchos metros de donde se encuentra el objeto, o de objetos en movimiento.
Funciones: Los termómetros de infrarrojos tienen una amplia variedad de funciones en la medición de temperatura.
Algunos ejemplos pueden ser:
- Comprobación de los equipos mecánicos (motores, maquinaria.) o eléctricos (circuitos eléctricos, placas, luces, cables, etc.)
- Lucha contra incendios
- Control de entornos climatizados (cámaras frigoríficas, hornos, etc.)
- Control de alimentación (catering, cadena del frío.)
- Sistemas de refrigeración (aire acondicionado, calefacción.)
- Cualquier otro entorno que precise un control rápido, preciso y sin contacto de temperatura
Los termómetros infrarrojos no sirven (o pueden dar problemas de medición) en las siguientes situaciones:
- Si hay cristales por el medio
- Si el objeto es una superficie pulida, brillante o transparente
Los termómetros de infrarrojos varían mucho de calidad, potencia y precio en el mercado. La calidad viene marcada esencialmente por la capacidad y precisión del aparato. Cuanto mayor es el rango de temperatura que abarca y mayor el ratio óptico, mayor suele ser su calidad, y por lo tanto, su precio.
Parámetros: En la compra de termómetros infrarrojos hay que tener presente los siguientes parámetros:
Rango de Temperatura: |
Rango al cual alcanza a medir el termómetro, tanto por abajo como por arriba, es decir, por ejemplo de -50ºC a +250ºC |
Resolución: |
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Tiempo de respuesta: |
Tiempo que tarda desde que se mide hasta que se lee la temperatura en la pantalla, por ejemplo, 1 segundo. |
Precisión: |
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Ratio óptico o proporción del objetivo y distancia: |
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Emisividad: |
Es la calibración del termómetro para la captación de la emisividad de energía infrarroja de los objetos. Normalmente todos vienen calibrados por defecto a 0.95 ya que la mayoría de objetos cotidianos no reflectantes emite cerca de ese rango de emisividad. Existen tablas de emisividad según de qué material o color esté hecho el objeto, con el fin de que el usuario pueda ajustar de forma más precisa ese calibraje. |
Temperaturas: Las temperaturas que pueden llegar a medir estos dispositivos pueden alcanzar hasta los 1500ºC y por debajo, hasta unos -50ºC. A nivel de distancia, con un buen termómetro infrarrojo puedes medir incluso la temperatura de las nubes.